TRISTE Y SOLITARIO FINAL PARA LA CUENCA CAÑERA "HAY QUE CERRAR EL CAJON".
La ausencia de ofertas en el remate del Ingenio Las Toscas, en el departamento General Obligado, realizado el miércoles 9 de mayo en Buenos Aires, reduce considerablemente las chances de poder realizar la zafra 2018 y con ello se instala una gran incertidumbre sobre la supervivencia de la cuenca cañera santafesina. A partir del cierre del ingenio Arno de Villa Ocampo, hace algunos años, la industria tosquense era la única capaz de moler las escasas 2.500 hectáreas de caña que subsisten en el norte provincial. De no existir esta opción, los productores abandonarían el cultivo, migrando probablemente al algodón, situación que se tornaría definitiva por los altos costos que implica sembrar campos nuevos con caña. La subasta había sido pautada por la martillera pública Patricia Fra Amador, con una base de $ 21.457.200, en el marco de la quiebra de la firma Masaro S.A, propiedad de Vicente Farfaglia, que lleva adelante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 3 a cargo del Dr. Jorge S. Sícoli.
Al no presentarse oferentes, el proceso obliga a una nueva convocatoria dentro de los próximos 10 días sobre una base del 50% de la inicial o al mejor postor. Fuentes cercanas al proceso indicaron que habría interesados en las instalaciones, pero en función del proceso estarían especulando con la dilación del mismo para comprar a un precio menor. Pero prácticamente ya no hay tiempo para realizar los trabajos de adecuación necesarios del ingenio, que demandarían unos 45 días, para iniciar la zafra a principios de junio. Antes de la quiebra, el ingenio era administrado por la firma Romelio H. Snaider, que con un contrato por 10 años ya había realizado 7 zafras y una inversión en maquinaria superior a $ 30 millones. Sin embargo el juez de la causa determinó a comienzos del año que debían desalojar las instalaciones, situación que dejó sin empleo a más de 200 obreros que debieron ser indemnizados.