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Ganadería en Santa Fe: una actividad tradicional que no está exenta de riesgos.

El norte de la provincia de Santa Fe es una región con tradicional preponderancia de la actividad ganadera.

La actividad ganadera en el norte de Santa Fe tiene gran arraigo tradicional y cuenta con ventajas comparativas que fomentan su explotación extensiva, aunque no está exenta de riesgos.

"Los desastres naturales por inundaciones o sequías se cuentan entre las que revisten un mayor impacto inmediato, al tiempo que comprometen los ingresos potenciales a futuro", se desprende de un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Repaso de la región

Desde la entidad rosarina analizaron las características que revisten la actividad ganadera en los departamentos santafesinos de 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Javier. "El norte de la provincia de Santa Fe es una región con tradicional preponderancia de la actividad ganadera por la gran disponibilidad de forraje por los pastizales naturales de la zona".

La hacienda bovina en los departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Javier ascendía a 2,2 millones de cabezas a principios del año pasado, equivalente al 36,4 % del total del rodeo santafesino. Del área que abarcan los cuatro departamentos mencionados, alrededor de un 85 % está destinada a la actividad ganadera. La zona norte es básicamente criadora por sus aptitudes agroecológicas.

Es por esto que la ganadería cuenta con un fuerte arraigo tradicional en todo el norte santafesino y constituye un importante pilar económico para la región.

En muchos casos se hace ganadería con suplementación; es decir, en los meses invernales se alimenta el rodeo con granos y pasturas artificiales. Son comunes las prácticas de inseminación artificial en la zona como así también la compra de sementales de buena calidad en cabañas de la región.

Una de las ventajas comparativas de los Bajos Submeridionales, a pesar de ser afectados por recurrentes sequías e inundaciones, es la alta tasa de preñez de la región (entre 70% y 80%) y que es una zona libre de mosca, que constituyen un importante problema para la cría de ganado vacuno.

Otro atractivo de esta vasta zona es que cuenta con tierras de menor valor y productividad agrícola en relación a las de la zona núcleo, mientras que los rendimientos ganaderos son aceptables.

En los territorios costeros, en las superficies formadas entre el Río Paraná y sus brazos colaterales y afluentes, se practica la ganadería de islas, que aprovecha los ricos recursos forrajeros que este ambiente ofrece.

Las islas varían según la altura del río, aumentando su superficie aprovechable para la cría de animales cuando el río permanece en niveles bajos, y reduciendo su superficie cuando el río sube: "Ante crecientes de gran magnitud las formaciones isleñas llegan a desaparecer completamente, obligando a los productores a transportar la hacienda a tierra firme. Este factor suma altos costos y un importante grado de incertidumbre a la actividad", comentaron desde la BCR.

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