Una joven agrónoma desafía la producción a gran escala en la Patagonia.
Con apenas 31 años de edad, Magalí Gutiérrez dirige el programa de Sistema Chacras de AAPRESID de la Chacra Valles Irrigados Norte Patagónico.
Ante las inquietudes que nacen tranqueras adentro, y frente al interrogante: ¿Cómo adaptar el conocimiento y tecnologías disponibles a las necesidades productivas de cada sistema en su territorio? Surge Sistema Chacras convenio Aapresid INTA, un catalizador para la adquisición de conocimientos y desarrollo tecnológico localizado.
En este sentido, para AAPRESID (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) existe la necesidad de replantear los sistemas de producción para diferentes ambientes.
Tan es así, que actualmente la organización desarrolla el Sistema Chacra en Bandera, Santiago del Estero; Justiniano Posse, Córdoba; Pergamino, Buenos Aires; María Teresa, Santa Fe; Bragado-Chivilcoy, Buenos Aires, y Valle Medio, Río Negro.
Cómo tener suelos productivos en Norpatagonia
Para conocer mejor cómo funciona el programa, Agrofy News dialogó con Magalí Gutiérrez, una mujer del agro que hace cuatro años, enfrenta el desafío de ser gerente técnica de Desarrollo para el programa de Sistema Chacras de AAPRESID, más precisamente de la Chacra Valles Irrigados Norte Patagónicos.
Aunque suene raro por las características geográficas de la región, aseguró: “Es una zona donde todo se puede hacer y estamos tratando de descifrar know how para llevar adelante los sistemas en esta zona. El objetivo principal de la chacra es ajustar sistemas de producción extensivos sustentables bajo riego en lo que es la región norpatagónica a lo largo del Río Negro, principalmente Valle Medio, Valle de Conesa y Valle inferior”.
El trabajo de la ingeniera agrónoma con apenas 31 años de edad consiste en hallar respuesta a las preguntas de los productores y detalló: “Actualmente estamos trabajando muy activamente en cómo tener suelos productivos en norpatagonia y ver cómo evolucionan estos suelos con los manejos que implementamos”.
“También estamos trabajando en ajustes de manejo de cultivo para esta zona, dado que se comportan de manera distinta. Para tratar de alcanzar los potenciales de producción tenemos que aprender a realizarlos con un nuevo manual, y a su vez, analizar de qué manera ensamblar los cultivos en una rotación que sea sustentable tanto económica como ambiental”.
La tercera línea de acción es el manejo de riego por aspersión, principalmente por pivot. Según comentó, tratan de ser eficientes y eficaces en el uso de riego y de ajustar los coeficientes para los distintos cultivos. “El sistema chacra trabaja con líneas de trabajo a campo y de investigación. Se genera información, se comparte, y siempre tratamos de involucrarnos e invitar a expertos y a productores que pueden sumar conocimiento”, destacó Gutiérrez.
Al ser consultada por Agrofy News sobre el mayor reto productivo, enfatizó: “Es una zona nueva donde no hay información. Los desafíos se presentan para cada uno de los cultivos protagonistas de la rotación, es decir, en tratar de alcanzar los potenciales ambientes, y lograrlo a nivel de lote”, y explicó: “A nivel de ensayo realizamos ajustes de manejo y aprendemos, y al año siguiente, a nivel de lote tratamos de aplicarlos para estabilizar rendimientos de 15.000 kilos de maíz, casi 9.000 kilos de trigo, y 4.000 kilos de soja promedio”.
En el Sistema Chacra los desafíos no son sólo productivos, sino también al momento de trabajar en equipo. Al respecto, Gutiérrez expresó: “La zona que abarcamos es muy amplia. La chacra trabaja en Valle Inferior, Valle de Conesa y Valle Medio del Río Negro, los cuatro productores participantes son muy diferentes entre sí, y cada uno, tiene un formato de empresa distinto”.
Frente a esta diversidad, indicó: “Tratamos de trabajar con los intereses que tienen en común, y a su vez, generar un conocimiento más específico, aplicable a cada una de las empresas que son muy distintas entre sí: Algunas están más abocadas a la ganadería; otras, sólo a commodities con producción specialities, y hay quienes quieren hacer las dos cosas”.
Por último, informó que otra de las tantas actividades que llevaron adelante, fue caracterizar la zona. En este sentido, analizó: “Nos dimos cuenta del potencial ambiente que hay, y que es superior a otros sitios de Argentina. Así que todo el trabajo de la chacra está en pos de que generemos rotaciones sustentables tanto desde lo ambiental como desde lo económico dónde los cultivos tengan su máxima expresión”, y agregó: “Ajustar sistemas integrados con ganadería dado que vemos la sinergia de obtener ambas actividades dentro de las empresas”.