PRODUCEN COMIDA PARA MONTAÑISTAS Y VUELOS LOW COST AGREGANDO VALOR A LAS ECONOMÍAS REGIONALES.
Emprendedores misioneros idearon un proyecto que tiene como fin acabar el hambre en el mundo. Con el aporte de materia prima local, producen comida por un dólar que luego venden a distintos mercados.
Se llama “Comida por un dólar” y su nombre es sugerente. Supone que existe otra manera de alimentarse, más accesible, menos costosa, pero igual de efectiva. Así lo entendieron dos emprendedores misioneros, Matías Sebely y Víctor Scholles, quienes llevan adelante el proyecto que apunta a brindar soluciones a dos problemas graves de la población local y mundial: la falta de alimento y la creación de puestos de trabajo.
"Tenemos un producto que puede durar hasta 20 años. No solo no tiramos la comida, sino que le agregamos valor a la producción local. Hoy estamos con 4 personas trabajando en la fábrica pero hay 14 familias productoras de comunidades guaraníes”, cuenta en diálogo exclusivo con Agrofy News Matías Sebely, quien recibió el Récord Guiness por ser el director de hospital más joven del mundo.
Productos liofilizados
La producción de alimentos la realizan mediante el proceso de liofilización. “Los productos liofinizados son los productos sin agua, que a través de un proceso físico químico que lo que hace es en vez de deshidratar con calor lo hace con frío y con vacío, con lo cual se mantienen las propiedades internas, nutricionales, aromáticas, de sabor, color, etc. Lo único que se debe hacer es agregarle agua caliente”, explicó Sebely.
Diferentes profesionales se sumaron al proyecto: una ingeniera en alimentos, un ingeniero químico, un arquitecto y una nutricionista. Los productos tienen todos los ingredientes que se incluyen en una comida casera tradicional, como ser carne, poroto, polenta, maíz, verduras, condimentos, insumos que se proveen desde las chacras que cultivan aldeas guaraníes.
“Hacemos comida regional, cazuela de mondongo, puré de mandioca, arroz, evitando la intermediación. Establecemos un precio máximo por ración de comida, un dólar. Es menos que una entrada de cine o una cerveza. La idea es poder darle comida a la gente que está en situación vulnerable”, contó el fundador .
Sebely destaca que este proceso de liofilización permite reducir costos y evitar que el alimento se pudra, ya que no tiene agua. “Un container de mandioca liofilizada es equivalente a 8 containers refrigerados de mandioca. Estamos haciendo un stop para que no se pudra, no se tire y le damos un valor agregado más grande a lo que es la producción local”.
Montañistas y vuelos low cost
El objetivo del proyecto es ofrecer productos saludables, sin conservantes y fortalecer las economías regionales. “Apuntamos a combatir el hambre en el mundo, con comida de sabor casera, en raciones y que no valga más que un dólar”, explicó el emprendedor y explicó que encontraron varios nichos de mercado: montañistas que quieren comida liviana para llevar a las tradiciones y para los vuelos de FlyBondy.
En plena expansión, Comida por un Dólar firmó una alianza de trabajo con la empresa Naka Outdoors, una reconocida marca internacional dedicada a la venta y distribución de insumos de camping, montañismo y deportes de aventura en general. A través de su local comercial en Buenos Aires y de su tienda online se puede adquirir los productos liofilizados, que resultan de enorme practicidad para quienes realizan estas actividades.
Financiamiento y proyección internacional
El proyecto se inició con un financiamiento de US$80.000: “Con esa inversión compramos los equipos pero comenzó un desfase económico con el dólar y tuvimos que pedir plata a nuestros amigos y créditos del banco”, contó Sebely y explicó que están buscando capital para poder escalar.
Ese salto está dado por la gran demanda internacional: “Aparecieron interesados de Estados Unidos, Nicaragua, Uruguay, Brasil, Paraguay. Les interesan mucho los alimentos baratos y que no se echan a perder para enfrentar catástrofes. La idea es captar ese mercado”, explicó el emprendedor misionero.
En 2017 el proyecto recibió el primer puesto en la categoría idea de negocio en la competencia Naves Nacional 2017 del IAE y el Banco Macro. Este año, el programa fue elegido como una de las 10 mejores iniciativas con innovación social por parte del CAF Banco de Desarrollo de América Latina, de entre 220 propuestas presentadas de todo el mundo.