UNA MUJER INFECTADA PARIÓ POR CESÁREA EN MAR DEL PLATA
Un barbijo común, otro especial N 95, antiparras, máscara facial, doble par de guantes, un camisolín extra además del habitual, delantal y triple bota en cada pie completaron el equipo de protección usado por los profesionales de la salud que intervinieron en el primer parto en Mar del Plata de una madre infectada de coronavirus, y que dio a luz a una beba de 3,8 kilogramos, informaron fuentes hospitalarias. El nacimiento de la niña se produjo en la mañana del domingo en el Hospital Privado de Comunidad (HPC), a través de una cesárea programada, pocas horas después de que diera positivo el hisopado realizado a la mujer. "Se extremaron las medidas de protección del personal tal como se había ensayado en distintos simulacros", y tanto la mujer como su hija "están en perfecto estado de salud", informó el director del centro de salud, Pablo Malfante.
La niña está sana y sin síntomas. Permanece en una cuna instalada a un metro de su madre. "La madre también tiene que usar baribijo, antiparras, camisolín especial y asegurar la higiene de las mamas de acuerdo al protocolo de lactancia materna para pacientes con coronavirus", explicó el médico.
Malfante detalló que la mujer había realizado el seguimiento del embarazo en el HPC, y que la cesárea estaba programada para el viernes, pero a último momento hubo que postergar la intervención. En el tercer chequeo, que se realiza por protocolo antes de ingresar a quirófano, "ella comentó que había estado en contacto estrecho con un familiar llegado desde Buenos Aires", por lo que se la aisló como caso sospechoso y se le realizó un hisopado que el sábado dio positivo.
Durante la cesárea, el obstetra, el cirujano general, el anestesista y las instrumentadoras debieron cumplir con el protocolo previsto para este tipo de casos con todos los medios de protección, al igual que el personal de neonatología encargado de recibir a la beba y los profesionales que prepararon a la paciente. "Es una cirugía que a los fines de nuestra comodidad quirúrgica atenta un poco, pero a los fines del cuidado personal es lo óptimo", aseguró el jefe del Servicio de Obstetricia, Javier Raigada. En línea con los protocolos adoptados por el Ministerio de Salud de la Nación, al no requerir cuidados especiales tras el parto por su buen estado de salud, la niña fue llevada a la misma habitación que la madre, en el área reservada para pacientes Covid, y su cuna debe permanecer al menos a un metro de distancia. La chiquita es considerada "contacto estrecho", explicó el médico, "porque -según los estudios que existen hasta el momento- la madre no transmite el virus en el embarazo ni al amamantar. No se le realiza ningún testeo al bebé, excepto que haya alguna sintomatología", explicó Malfante.
En ese sentido, señaló que en recién nacidos "se suman como síntomas sospechosos los dolores o molestias gastrointestinales", y que "esto significa una complejidad a la que los neanatólogos deben estar atentos, porque esos son síntomas muy habituales en bebés". El médico indicó que mientras permanezca en el hospital, la madre será asistida por una enfermera "con todo el equipo de protección personal", para poder amamantar a la niña.