PROTOCOLO PARA MUSEOS: UNA PERSONA CADA 16 METROS Y SUSPENSIÓN DE VISITAS GRUPALES
La iniciativa proyectada por profesionales de distintas instituciones solo funciona, por ahora, a modo de guía, pero puede servir de base para todos los museos del país. "La idea es ponernos a disposición de las autoridades sanitarias", señala Andrés Duprat, director del MNBA.
Profesionales del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Fundación PROA, el Malba, el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) e ICOM Argentina elaboraron un protocolo pospandemia que puede servir de base para todos los museos del país. Además, en paralelo, fundaron la Red Argentina de Museos y Espacios de Arte (RAME).
“Nos juntamos para adelantarnos y pensar estrategias en sintonía con lo que está pasando en Europa”, cuenta a Página/12 el director del MNBA, Andrés Duprat. “Empezamos a pedir protocolos e información a todo el mundo y a compilar. El que hicimos es muy exhaustivo pero sólo guía: no es el que se va a usar. No tenemos autoridad para eso. La idea es ponernos a disposición de las autoridades sanitarias. Y una vez que el Gobierno decida la reapetura tendremos un montón de trabajo avanzado. Es un menú que incluye las cosas que deberíamos tener en cuenta”, explica.
Duprat dio a conocer esta iniciativa el lunes en la charla on line "Estrategias institucionales de cara a la pospandemia" , parte del ciclo “Administrar la incertidumbre”, organizado en conjunto por las cuatro instituciones. En estas charlas se reúnen referentes de distintos países e intercambian experiencias y miradas. La del lunes 8 fue la tercera entrega y contó con la participación de Ferran Barenblit, director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona -ya abierto al público-; Diego Sileo, curador del Pabellón de Arte Contemporáneo de Milán; y Alberto Vial, responsable de Política Internacional del Museo del Louvre.
Entre las medidas sugeridas por el flamante documento se encuentran: el uso obligatorio de barbijos o tapabocas, la señalización en el piso para mantener la distancia de dos metros, cupo de asistencia de visitantes (una persona por cada 16 metros cuadrados, lo que equivale a ocupar un tercio de la capacidad del lugar), la reserva previa de tickets a través de las webs de los espacios. También proporcionar desinfectante de manos en cada sala, eliminar recursos de alto contacto (por ejemplo audioguías) y la suspensión de visitas grupales.
El protocolo se divide en cinco capítulos: "Crear ambientes de trabajo flexibles y seguros" propone organizar al personal en turnos, el teletrabajo en los casos en que sea posible y el abordaje de las necesidades de transporte. Otros apartados son "Adaptar el flujo de visitantes y aforos", "Implementar experiencias seguras y sin contacto para el visitante", "Fortalecer las medidas de seguridad en salud e higiene en consonancia con el Gobierno" y "Proporcionar capacitación Covid-19". La recomendación es una apertura por fases. Son cuatro: planeamiento (museo cerrado al público), inicial (ingreso escalonado de trabajadores), apertura (visita individual o por unidad familiar), avanzada (visitas y actividades culturales-educativas).
En aquella charla virtual del lunes 8, el director del MACBA compartió algunos detalles de cómo se produjo la vuelta en el museo de Barcelona: los recorridos son unidireccionales, ya no se ofrecen textos de sala y todo se canaliza a través de la aplicación del museo, y los montajes se vuelven mucho más lentos. "Nos preguntamos si esto significará una vuelta a lo local", dice Duprat.
Dentro del ámbito cultural, en este contexto inédito, museos y centros de exposición parecen contar con cierta ventaja: “son considerados los espacios con mejores posibilidades de adaptación a los protocolos de salud pública”, define el documento. "Son los más seguros, visto que pueden pautar la cantidad de público, controlar el aforo para garantizar el distanciamiento social necesario y difundir y accionar una efectiva campaña de comunicación preventiva."
El arquitecto, curador y guionista destaca también la creación de la RAME, organización “transversal y horizontal” a la que se siguen sumando instituciones. Pueden ser municipales, provinciales y nacionales, públicas y privadas. “En la Argentina no existía una organización que articule a todos los espacios. Esto es novedoso y bueno. En chiste digo que es el lado bueno de la desgracia de la pandemia. La idea es que sea un marco de comunicación, y que tengan voz muchos museos que son muy periféricos", expresa Duprat.