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ENTRE PAN CASERO, PIZZAS Y BUDINES SE DUPLICÓ EL CONSUMO DE HARINA

Los largos día de la cuarentena desembocaron en un frenesí cocinero. Las redes sociales se llenaron de fotos de delicias, intercambio de recetas, profusión de tutoriales. Tortas, budines, pizzas, pastas y panes de todo tipo se llevaron el cetro de los preferidos y eso tuvo un impacto feliz en la industria molinera.

Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), señaló «Como mínimo, hasta ahora, vemos que se duplicó el consumo de harina en las casas de familia en la cuarentena. Es un producto muy noble y económico, el kilo de harina cuesta entre los $40 y $70 y rinde hasta cuatro pizzas o 1,300 kilos de fideos. Cuesta muchísimo menos que la mitad de un atado de cigarrillos y permite que se alimente una familia completa. Estamos sorprendidos porque tuvimos una demanda inesperada».

Los 20 molinos que envasan harina por kilo tuvieron que doblar su producción. «Producían 40.000 toneladas mensuales para los hogares ahora son 80.000 toneladas mensuales en presentación de un kilo. Estimamos que este año el consumo per cápita de harina en hogares que hace una década rondaba los 83 kilos, alcanzará los 90 kilos. Un crecimiento histórico, que no puedo confirmar, pero creo que hace 50 años que no se llegaba a este número. La producción interanual podría aumentar entre un 5 a un 10% en la molienda», explicó Cifarelli.

El consumo hogareño de harina se combinó con una caída del consumo en las panaderías, restaurantes y fábricas de pastas. El cierre de los comercios colaboró para que muchas cosas se hagan en casa.

Vale destacar que los panaderos ante la " competencia" debieron ajustar algunos precios que eran muy altos, se volcaron a la manufactura más tradicional para poder atraer a los clientes nuevamente.

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